MANTENDRÁN ABIERTAS SALAS DE INTERNACIÓN Y TERAPIAS PESE A DESCENSO DE CASOS DE COVID

Las salas normales y las terapias intensivas se encuentran en condiciones de seguir funcionando para atender otras patologías y cuadros graves que lo requieran, ahora que bajó la demanda de pacientes con covid. Desde el ministerio de Salud buscan potenciar esos espacios y analizan los costos del mantenimiento de equipos, compra de medicamentos, insumos y equipos biomédicos.

Llegó el momento soñado de una disminución de pacientes covid graves en las terapias covid por el avance de las vacunaciones.  Ahora es tiempo de ver qué hacer con esos espacios tan valiosos como las salas de internaciones y y de Unidad de Terapia Intensiva (UTI). Según dijo el director de terapias y servicios de urgencias hospitalarias, Dr. Ángel Núñez, “la situación actual de internaciones en sala normal y terapia intensiva se encuentra más calmada. Tenemos ocupaciones muy bajas en cuanto a COVID-19 y no tenemos tantos casos de pacientes que esperan una cama de terapia”, refirió.

Durante la pandemia se mantuvieron 178 camas con casos polivalentes, y se reestructuraron camas para terapia intensiva, debido a la gran demanda de pacientes respiratorios.

 El Ministerio de Salud desea potenciar las terapias intensivas que fueron instaladas  en todo el país para la atención a pacientes Internación por covid sigue bajando y salas de terapia pasan a ser polivalentes respiratorios, manteniendo el mayor número posible de camas. Así lo corroboró el galeno al añadir que “no existe la intención de reducir camas o de cerrar las terapias intensivas que fueron habilitadas a nivel país. Estamos haciendo la proyección en relación a los costos del mantenimiento de los equipos, el costo de compra de insumos, de medicamentos, de equipos biomédicos que puedan faltar”.

El Programa de Salud Mental del Ministerio de Salud trabaja de cerca en los diferentes hospitales que cuentan con un departamento afín para brindar contención a los profesionales de blanco, informaron. Durante los días más acuciantes de la pandemia se percibió una relativa incidencia persistente en médicos y personal de enfermería del síndrome del burnout, un cuadro de estrés relacionado con la atención de pacientes en los hospitales, que fueron contenidos por el Programa de Salud Mental, finalizaron.